Lamentablemente existen muchas creencias en la calle y críticas por parte de un gran sector de público que no comprende este tipo de bicicletas o las ve como una amenaza para el resto de mountain bikes “sin motor”. Pero toda opinión contraria y críticas frente a las e-MTB se torna en alabanzas y opiniones favorables en el momento en que la pruebas y descubres un nuevo mundo de posibilidades y disfrute sobre la bici con lo que pueden dar de sí. El manejo de las e-MTB apenas difiere del de una MTB tradicional, si bien su peso es algo superior y por tanto las inercias serán superiores a la hora de trazar las curvas y cuesta abajo. La ayuda al pedaleo se traduce como una ventaja total incrementando la diversión, con la posibilidad de ir más rápido con menor esfuerzo… pero sin dejar de esforzarnos y realizar ejercicio físico. Es decir, que pedalear vamos a tener que pedalear igual, pero gracias a los diferentes modos que podremos seleccionar en el manillar nos costará más o menos, pero si nos lo proponemos, nos podremos esforzar tanto como lo hacemos con una bicicleta sin motor. La ventaja es que la velocidad a la que circulamos es superior. Este tipo de bicicletas abre también una nueva dimensión, efectivamente, a aquellos usuarios menos entrenados que podrán beneficiarse de un mayor grado de asistencia para poder subir más rápido frente a aquellos con mejor estado de forma física, pero serán también los usuarios más expertos quienes de verdad sean capaces de valorar y sacar partido del potencial tan grande que ofrecen este tipo de e-MTB.